sexta-feira, 19 de junho de 2015

Grecia: Días Decisivos




Extraído de Prensa Obrera Edición 1368


http://www.po.org.ar/prensaObrera/1368/internacionales/grecia-dias-decisivos


                                                                                           Por Nestor Pitrola


Mi primera actividad de la gira organizada por el Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia (EEK) fue en Salónica, la segunda ciudad de Grecia. Allí nos esperaban, para una charla-debate televisada, los trabajadores de prensa del canal estatal del norte del país que se encuentra ocupado por sus trabajadores y bajo gestión obrera y solidaria desde hace dos años.

La actividad duró casi dos horas, pero antes me invitaron a presenciar la reunión del consejo de redacción que, con mandato de asamblea del día anterior, le trasmitía a un miembro del secretariado nacional de Syriza, el rechazo a la intervención del canal, nombrando un director de la antigua derecha de Karamanlis.

Al final vino lo mejor. Fui invitado, junto a Savas Matsas, en carácter de traductor y dirigente del EEK, a una entrevista por la cadena nacional televisiva estatal que se vería en toda Grecia, en uno de los momentos más culminantes de la crisis desde 2009. Primero fueron entrevistados Draghi, presidente del Banco Central Europeo; Tsipras, premier griego; Varoufakis, ministro de Finanzas; Samaras, del anterior gobierno de derecha; el secretario general del PC, Kouchumbas, y luego me tocó contestar varias preguntas; también Savas respondió una pregunta final.

Ante la gravedad de la situación Merkel ha convocado sesiones extraordinarias en el verano europeo por la emergencia, sea de una ruptura -que arrojaría a Grecia fuera del euro- o de un compromiso, que es resistido también por otro sector de la burguesía europea que prefiere la caída de Grecia a que se realicen nuevos rescates. La banca alemana y la francesa están comprometidas en unos 160 mil millones de dólares de los más de 300 mil de la deuda griega, que se hace cada día más impagable.

El clima popular es de un completo rechazo al ajuste, lo que llevó, recordemos, al comité central de Syriza a dividirse y aceptar el paquete negociador por la exigua diferencia de 95 a 75. Teniendo en cuenta esta situación, es que Tsipras no pasó el paquete por el parlamento.

El Partido Obrero intervino ante todo el pueblo de Grecia, cuando el país y el mundo están pendientes de una Grecia que camina por la cornisa del defol, ante el rechazo de la Troika al paquete Tsipras. El ultimátum del FMI y la UE se extiende hasta el jueves.

Varoufakis trasmitió los detalles del ajuste pretendido por la Troika: rebaja de las jubilaciones, que están hoy en miserables 250 euros, lo que representa la virtual abolición de todo el sistema de pensiones en una población envejecida y con una desocupación general del 27%, que llega al 67% entre los jóvenes, por lo cual muchas familias subsisten gracias a las magras jubilaciones de sus mayores. En segundo lugar, un aumento del 23% en la electricidad, que es la única energía disponible en Grecia para las familias, y aún para la industria, lo que elevaría de inmediato gravemente el costo de vida frente a salarios destruidos. Por otro lado, una extensión del IVA a los alimentos que agravaría la catástrofe alimentaria.

Tsipras y el gobierno Syriza han propuesto nuevas metas de ahorro fiscal que significan un ajuste, aunque más atenuado que el de la Troika. Syriza abandonó sus promesas electorales de una quita o reestructuración de la deuda. Los convenios colectivos están suspendidos en Grecia y así seguirán, según el paquete negociador de Tsipras. También sigue privatizado el estratégico Puerto del Pireo, el cual prometió nacionalizar.

La derecha plantea aceptar el paquete de la Troika, lo que desataría de inmediato una rebelión popular. Pero Tsipras carece de un plan B si la posición de la UE no varía y la reunión prevista de los miembros de la UE decide optar por el Grexit -o sea empujar a los helenos a la salida del euro.

Tsipras acaba de reunirse con el deteriorado Pasok, que se derrumbó al inicio de la crisis mundial, ante el primer gran ascenso de Syriza y con Potamy, otro grupo de centroizquierda para formar un "Frente Nacional por el acuerdo". La maniobra es visible. No hay un "acuerdo" que no sea aceptado por la Troika y, por otro lado, este frente es para contrarrestar, eventualmente, a los disidentes de Syriza.

En los primeros días de junio, Tsipras planteó un referéndum que ha desechado, por ahora. Sería, por derecha para disciplinar, mediante un chantaje al electorado, al que le sería ofrecido "acuerdo o defol".

Al igual que en la Argentina, el defol no es una salida. Es una forma de la descarga de la crisis sobre las masas.

Syriza ha convocado una movilización. Desde luego, en apoyo del acuerdo (que no hay). Veremos su alcance, que nuestros compañeros del EEK prevén limitado, aunque participarán con sus propias consignas. El PC ha convocado para el día siguiente, fiel a su escisionismo implacable del movimiento obrero y popular griego durante toda la crisis. El PC denuncia a Syriza y llama a "continuar la resistencia", una consigna vacía para contribuir al impasse.

En los últimos cinco años hubo 30 paros en Grecia. Grandes manifestaciones. Todas aisladas una de otra. La burocracia sindical, el estalinismo y Syriza, desde luego, cuando era parte de la oposición han evitado la huelga general. No tuvieron nunca un planteo para romper con la brutal ofensiva de la Unidad Europea imperialista.

El movimiento popular griego está contra el ajuste, pero dentro de la UE. No tiene a disposición la alternativa de una ruptura en base a un plan económico de los trabajadores, que incluya la nacionalización de la banca y el comercio exterior para terminar con la fuga de depósitos y capitales, que disponga el ahorro nacional para terminar con la parálisis productiva y la catástrofe social humanitaria de hoy. El pueblo es chantajeado con el retorno al dracma y la devaluación, como la forma más brutal del ajuste.

La perspectiva del Grexit expresa la tendencia a la disolución de la UE. El Grexit está siendo comparado con otro Lehman Brothers, porque abriría un nuevo capítulo de la crisis mundial capitalista que los "rescates" de los Estados han prolongado y potenciado, con sus consecuencias de ajuste, crisis políticas y rebeliones populares.

Desde una Argentina que prepara otra bancarrota y donde se discute el carácter del próximo ajuste, la crisis mundial parece hacer encontrar esta vez a los dos pueblos en una lucha paralela. No casualmente venimos del paro general del 9 de junio. La llamada "salida Argentina" que le vendieron al pueblo griego se desnuda y se cae. Y estamos tratando de contribuir a la formación de esa conciencia política hacia la vanguardia de la vasta izquierda griega y a todos los trabajadores.

Así las cosas, compartiremos el jueves, el día de este enésimo ultimátum contra Grecia, el acto final de esta intensa gira por toda Grecia, desde el norte hacia el sur.


                                                                 

sexta-feira, 12 de junho de 2015

Altamira en el acto de Ferro




DISCURSO DE JORGE ALTAMIRA NO ATO DE LANÇAMENTO DAS CANDIDATURAS DA FRENTE DE ESQUERDA E DOS TRABALHADORES (FIT), EM 05 DE JUNHO DE 2015, NO ESTÁDIO COBERTO EM FERRO.

quinta-feira, 11 de junho de 2015

PÁTRIA EDUCADORA VERSUS PÁTRIA DOS BANQUEIROS


                                          

       José Menezes Gomes


Logo após a Presidente Dilma lançar o seu lema: Brasil, Pátria Educadora, o governo deu inicio às ações para a aprovação do ajuste fiscal a cargo do Ministro Levy, apoiador do candidato do PSDB, derrotado na última eleição. Este pacote cortou R$ 70 bilhões das despesas sociais, sendo R$ 9,3 bilhões da educação. Apesar do lema criado, que indicaria uma atenção à educação, o que observamos no Orçamento da União de 2015 foi a previsão de gasto com o serviço da dívida pública num valor de R$ 1,3 trilhão. Em 2014, a previsão foi de R$ 1 trilhão ou 12 vezes os gastos com educação. Com isso o governo pretende sinalizar ao mercado ou aos credores da dívida pública (grandes bancos e fundos de pensão) que irá cumprir a meta de superávit primário de 1,1% do PIB.

Este acréscimo de R$ 300 bilhões para este ano representa um valor superior ao gasto de R$ 255 bilhões com pessoal da União para 2015 (aposentados e não aposentados). Em outras palavras, o que foi acrescido com o serviço da divida pública poderia ter garantido a duplicação das despesas com pessoal. Entretanto, o discurso do governo e da mídia burguesa é que o governo está gastando muito com pessoal e que poderia comprometer a solidez das contas públicas. Esta mídia encobre que os cortes ocorrem nas despesas sociais e que sempre são acompanhados pelo aumento dos gastos com o serviço da dívida pública. Ao mesmo tempo, temos a prática da elevação da taxa de juros como forma de combater a inflação. Cria-se um vínculo falso entre elevar a taxa de juros como forma prioritária de se combater a inflação e de retomada do crescimento econômico.

As ameaças às universidades públicas não se resumem apenas diretamente dos cortes de recursos, mas do conjunto dos ataques aos direitos dos trabalhadores, em curso. Nesta direção, temos: a) privatização da parte principal da previdência dos servidores e a criação do FUNPRESP; b) privatização dos Hospitais Universitários e a criação da EBSERH; c) a proposta da CAPES da contratação de professores sem ser pelo Regime Jurídico Único – RJU; d) a ampliação da contratação de trabalhadores terceirizados em substituição aos Técnicos administrativos efetivos. Além disso, temos a desconstrução da carreira docente em curso mediante o acordo assinado pelo PROIFES nos últimos três anos. Todas estas ações se juntam à iniciativa do STF de reconhecer a terceirização nas atividades-fins do serviço público, o que pode ameaçar todas as carreiras dos servidores, seja federal, estadual ou municipal. Considerando que em quatro anos metade dos professores das Universidades federais terão direito a se aposentar e se não for assegurado a abertura de concurso para preenchimento destas vagas pelo RJU, poderíamos ter no curto prazo metade do corpo docente sem ser servidor público, acentuando ainda a precarização do trabalho docente.

                                                                              


A expansão das IFES se deu via REUNI, enquanto parte dos recursos públicos foi destinada a financiar a Educação privada via FIES e PROUNI. Esta expansão sem o devido financiamento e planejamento foi acompanhada pelos ataques ao núcleo do conceito de universidade baseada no tripé: Ensino, Pesquisa e Extensão, de forma implacável. Cada peça montada na nova concepção de Universidade e de carreira docente faz retomar os princípios fundamentais da Reforma do Estado proposta por Bresser Pereira, ex- ministro de FHC. No momento atual temos um aprofundamento dos cortes enquanto se avança o conjunto da Reforma Universitária, que na Europa já se mostrou devastadora para aquelas universidades e das respectivas carreiras docentes, há mais de duas décadas, em nome da austeridade fiscal.

A ameaça que as universidades públicas sofrem, resulta, principalmente, do aprofundamento dos ataques feitos à classe trabalhadora, desde o inicio do neoliberalismo na década de 1990, que começou pelo ataque aos trabalhadores do setor privado e que agora se generaliza pelo setor público. A diferença é que estes ataques começaram no Brasil por um governo explicitamente neoliberal e que agora se aprofundam por governos que se constituíram num suposto combate ao neoliberalismo, mas que uma vez no governo aprofundaram estas políticas fazendo-as ainda mais letais devido à cooptação de parte do movimento social.

Os bancos, que já tiveram lucros exorbitantes em 2014, certamente terão lucros ainda maiores em 20151, tendo vista a política de ajuste fiscal com cortes nas despesas sociais e aumento nas despesas com o serviço da dívida. Somente o banco Itaú teve lucro de 29% em 2014. Isto tudo ocorre quando a retração da economia já levou o PIB próximo de zero em 2014 e com grande possibilidade de PIB negativo para 2015. Em outras palavras, a política de ajuste fiscal somado à elevação dos juros acaba mesmo é elevando ainda mais a dívida pública que em seguida leva a novos cortes das despesas sociais e mais ataques aos servidores e serviços públicos. Está é a politica da pátria dos banqueiros, já que estes são os responsáveis pela compra de 55% dos títulos públicos.

O momento atual exige um fortalecimento da greve nas Universidades federais com os três segmentos (alunos, técnicos e professores) e da defesa dos serviços públicos e da luta pela auditoria da dívida como prevê o artigo 26 do Ato das Disposições Constitucionais Transitórias da Constituição Federal de 1988. É bom recordar que na auditoria da dívida realizada no Equador foi constatado que 70% daquela dívida era ilegal. Sendo assim, temos uma dívida pública que cada vez compromete parte crescente do orçamento que pode ser em grande parte ilegal, como constatado no Equador.


                                                                

Hace 70 años: La burocracia estalinista ahoga la revolución en Italia


http://www.po.org.ar/ | Edición Impresa Nº 1368 |

                                                                                       Por Christian Rath

                                                                           


http://www.po.org.ar/prensaObrera/1368/cultura/hace-70-anos-la-burocracia-estalinista-ahoga-la-revolucion-en-italia



A mediados de abril de 1945, cuando Alemania está prácticamente derrotada y el ejército aliado -Estados Unidos, Gran Bretaña- avanza a marcha forzada desde el sur, una insurrección de la clase obrera y de las legiones de partisanos se hizo dueña de todo el norte de Italia, el corazón industrial del país, y dejó planteada la perspectiva de un desenlace revolucionario.

Combinando las huelgas con las acciones armadas, milicianos y activistas liberaron todas las grandes ciudades y la mayor parte del territorio. "Los guerrilleros salvaron las empresas industriales y las comunicaciones que los alemanes se preparaban a destruir, hicieron decenas de miles de prisioneros y se apoderaron de considerable armamento. Los guerrilleros establecieron en todos los lugares el poder de los Comités de Liberación Nacional (CLN) y ejecutaron a todos los principales cabecillas del fascismo italiano"1. Entre ellos, Benito Mussolini, ejecutado contra la opinión del alto mando aliado.


La derrota nazi y el Frente Popular

Es difícil apreciar la magnitud y el vértigo de la situación revolucionaria que se abrió en Europa prácticamente desde la derrota de los ejércitos nazis en Rusia. Desde ese momento -inicios de 1943-, la posibilidad de una salida revolucionaria a la guerra antifascista se libró de una manera neta en cuatro países: Francia, Italia, Yugoeslavia y Grecia. Se avizoraba la derrota de Alemania y no existían fronteras al despliegue de los ejércitos soviéticos. Es el año en que las burguesías norteamericana e inglesa advierten sobre lo que puede venir y exigen la liquidación de la Internacional Comunista -que Stalin consumará en junio de 1943- y la determinación de una estrategia de parte de la URSS que excluya la perspectiva revolucionaria.

En 1943, dos años antes, los obreros del norte de Italia habían desenvuelto un movimiento huelguístico que nació en Turín y se extendió a Milán y Génova, convocando más de 100.000 trabajadores. La derrota nazi, las huelgas, el desembarco angloamericano en Sicilia llevaron a la burguesía italiana a entender que había llegado la hora de desprenderse de Mussolini y buscar la sombra protectora de los aliados. Destituyeron al líder fascista y formaron un primer gobierno de Frente Popular que incluía elementos vinculados con el fascismo -el mariscal Badoglio y la monarquía italiana- con el respaldo de los aliados y de la burocracia estalinista, expresada en la "Declaración sobre Italia", en fecha tan temprana como octubre de 1943.

El Frente Popular, aquí, como en Francia, reveló acabadamente su naturaleza: los partidos obreros, en alianza con la burguesía, vienen a contener un desenlace revolucionario con el aliento de la burocracia de la URSS, alineada, a su vez, a una política de compromiso con el capital imperialista.

El PC era el gran protagonista del movimiento insurreccional de las masas. Las brigadas, al momento de las huelgas del '45, sumaban más de 200.000 luchadores. El PC saltó de 5.000 miembros, a inicios de 1943, a dos millones en 1946, no por la política del Frente Popular, sino por la existencia de un escenario de lucha contra la burguesía de características históricas.


El viraje de Salerno

Uno de los primeros llamamientos del gobierno encabezado por Badogilio, en 1943, planteaba: "todo movimiento debe ser aplastado inexorablemente en su origen... Las tropas actuarán en formación de combate, abriendo fuego a distancia... y al cuerpo"2.

Pero la caída del líder fascista rompió todos los diques que contenían al movimiento de masas: los sindicatos estatizados pasaron a mano de comisarios designados por los comités de liberación, se multiplicaron las huelgas exigiendo la liberación de los detenidos políticos y en las fábricas se eligieron comisiones obreras, primeros órganos electos luego de la caída de Mussolini.

La rebelión estuvo acompañada por un hecho impensado. Los alemanes, lejos de replegarse, mantuvieron la ocupación del norte de Italia y constituyeron la República Social Italiana o República de Saló, con Mussolini al frente. El rey y el mariscal, la gran burguesía italiana, que consideraban que Italia prácticamente había quedado fuera de la guerra y podían concentrarse en aniquilar "el enemigo interior", habían fallado en su propósito. Italia quedaría partida en dos desde fines de 1943, el norte y centro ocupado por los alemanes, el sur por los aliados.

A la vez, la política de la burocracia de la URSS divergía de la del PC en el país, que llamaba a enfrentar a Badoglio y la monarquía, si bien en nombre de una "efectiva democracia popular", así como con la de otras organizaciones antifascistas.

Es en estas circunstancias que Togliatti, secretario general del PC, regresa a Italia como enviado de la burocracia del Kremlin. En su primer discurso público, va a plantear, sin ambigüedades: "hoy no se plantea ante los obreros italianos el problema de hacer lo que se hizo en Rusia". En marzo de 1944, en lo que va a llamarse "el giro de Salerno", la dirección del PC resolvió "poner en primer plano la unión de todas las corrientes políticas en la guerra contra Alemania e ir a la creación inmediata de un gobierno de unión nacional". Era el ingreso sin condiciones al Frente Popular, aún con su ala fascista, que el propio Togliatti rubricaría con su ingreso al gobierno.

No fue, sin embargo, suficiente.


La hora del norte

A esta altura, existía un doble poder en vastas zonas de Italia. El PC, luego de Salerno, llamó a evitar "un desdoblamiento de poderes", pero no pudo contener su desarrollo. La mayor aprensión de la burguesía italiana era la eventualidad de una explosión revolucionaria en el norte al consumarse la derrota alemana, allí donde era más fuerte la implantación de los partidos obreros y las columnas partisanas.

La Democracia Cristiana y el conjunto de las fuerzas del régimen exigieron al PC apretar el freno sobre la rebelión de las masas, pero fueron mucho más lejos. El alto mando militar aliado resolvió paralizar el avance hacia el norte en septiembre del '44, para que las tropas hitlerianas y mussolinianas pudiesen ahogar en sangre al movimiento antifascista en lucha. El mismo alto mando llamó a las fuerzas insurgentes del norte a cesar toda operación hasta la primavera, una política suicida.

Fue, entonces, cuando se libró uno de los capítulos más heroicos, que dejó al desnudo, como pocos, la política contrarrevolucionaria del PC y la burocracia del Kremlin. El ejército guerrillero y la clase obrera del norte enfrentaron y derrotaron una a una las ofensivas fascistas y el interminable invierno de 1944/45. Demostraron, de este modo, que eran el poder real en el corazón de la Italia industrial.

La situación revolucionaria llegó así al paroxismo. Durante días, la clase obrera y las masas del norte ejercieron el poder, con miles de combatientes y el armamento tomado a los alemanes. En la frontera del este se encontraba el ejército yugoeslavo, que había derrotado a los nazis y ejercía el poder, en oposición a la burocracia del Kremlin. En el límite con Austria, el ejército soviético. En el Mezzogiorno, sur de Italia, un enorme movimiento de braceros y campesinos enarbolaba el reclamo de la tierra.

La insurrección conmovió a toda Italia. Ahora sí las fuerzas aliadas apresuraron su paso y declararon el estado de guerra en el norte de Italia. El alto mando abolió todas las disposiciones democráticas de los comités de liberación nacional y destituyó del aparato dirigente a los que contaban con la confianza del pueblo, reemplazándolos por funcionarios afectos. Devolvió a los monopolistas y terratenientes las propiedades confiscadas y, en la operación más resistida, desarmaron a los destacamentos guerrilleros y disolvieron el comité de liberación nacional del norte de Italia. El PC estuvo a la cabeza de la rendición, en nombre de "no recurrir a la violencia" y la URSS no planteó siquiera una protesta frente a la acción de los ocupantes. Frente a la iniciativa de las masas estaba el cerrojo de la política de "unión nacional" y de coexistencia pacífica entre la burocracia estalinista y el imperialismo establecida en Postdam y Yalta.

La clase obrera fue, en el curso de la II Guerra Mundial, un factor decisivo, pues su intervención, a través del Ejército Rojo, las rebeliones obreras y la lucha armada de los partisanos hizo fracasar los planes imperialistas. Estos no eran otros que el hundimiento de la Alemania nazi y la URSS en una guerra entre ambos -el imperialismo abrió el segundo frente occidental sólo cuando advirtió el derrumbe del nazismo.

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1. Informe de Luigi Longo en la reunión constitutiva del Kominform, Ediciones en lenguas extranjeras, Moscú, 1948.
2. Battaglia, Historia de la Resistencia Italiana, Einaudi, 1955.


Extraído de Prensa Obrera Nº 1368 - http://www.po.org.ar/

terça-feira, 2 de junho de 2015

CONTRIBUIÇÃO AO 2º CONGRESSO DA CSP - CONLUTAS

                                                                                                   



ORGANIZAR UM CONGRESSO DE BASES DO SINDICALISMO CLASSISTA E OPERÁRIO PARA UNIFICAR AS LUTAS EM CURSO E PREPARAR E ORGANIZAR A GREVE GERAL, ÚNICA FERRAMENTA DA CLASSE TRABALHADORA PARA DERROTAR O AJUSTE, O ARROCHO E A PL DAS TERCEIRIZAÇÕES!


A classe trabalhadora brasileira vive hoje um dos períodos mais críticos de sua história. Vivenciamos uma das piores crises (política e econômica) dos últimos 50 anos. A crise econômica mundial, que abala profundamente as estruturas do capitalismo, afetando diretamente o Brasil e a América Latina no último período, e o processo de esgotamento da frente popular (frente de colaboração de classes que o PT encabeça, de forma estratégica, em aliança com outros setores da burguesia e do grande capital), evidenciado, entre outros fatores, pela enorme fragilidade do governo Dilma, são as coordenadas ou as determinantes principais que devem ser levadas em conta ao se analisar o complexo panorama conjuntural que vivemos no atual período.

O Governo Dilma encontra-se totalmente concentrado em aprofundar o ajuste com um corte que será superior a 70 bilhões de reais do orçamento, segundo as estimativas. Ajuste esse que recairá sobres as costas dos trabalhadores. Os cortes em setores com forte impacto social como saúde, educação, cultura, habitação (até mesmo o programa habitacional do governo foi fortemente afetado) são o coroamento de uma política que privilegia os grandes banqueiros, os grandes industriais e seus acólitos. O governo e a imprensa burguesa ocultam dessa discussão o fato de que o "buraco orçamentário" que procuram "fechar" com um ajuste, foi feito no governo Lula e Dilma com um "desajuste", ou seja um gasto superior a 100 bilhões em isenções fiscais e impostos para os grandes banqueiros, a grande burguesia e os grandes grupos econômicos nacionais e internacionais, sem contar grupos econômicos que funcionam como verdadeiras máfias, como a FIFA que ganhou a total isenção de impostos para realizar uma Copa do Mundo em nosso país, e de outros setores que atacaram diretamente os cofres públicos de modo mais sub-reptício, associados à empreiteiras ou equivalentes, empresas que tinham relações privilegiadas no governo para se locupletar ou para transferir fundos para os partidos burgueses que os representavam, enquanto a economia afundava profundamente em uma enorme recessão, houveram setores que conseguiram levar o seu por fora. Todas essas contradições alimentaram o desgaste do governo através da competição capitalista (se um setor da burguesia tem uma vantagem, outros setores vão querer um quinhão semelhante) e através do desgaste diante da população que vê seu nível de vida retroceder enquanto alguns pequenos grupos nadam de braçada em meio à crise e a recessão.

Mas a conta finalmente chegou. Uma conta que foi feita pelos setores burgueses que se associaram ao governo e até mesmo para aqueles que se opunham a ele. Como o próprio Lula confessou nesse último 1º de maio de que: " Eles nunca ganharam tanto dinheiro como quando do PT no poder". Ora, o questionamento que devemos fazer de a qual classe social os governos Lula e Dilma serviram está respondida pelo próprio cinismo de nosso ex-presidente, e há alguém que duvide? O problema é que mesmo com alguns setores da burguesia podendo ganhar muito, não há mais dinheiro graúdo para todos, então o governo e a grande burguesia fazem um esforço de conjunto para jogar todo o ônus dessa crise sobre as costas da classe trabalhadora e a grande parcela da população, a esse esforço deram o simpático nome de ajuste.

Resumindo, temos o seguinte quadro: O PT realiza três governos distribuindo dinheiro graúdo para a burguesia e as migalhas para o restante da população e quando esse gasto excessivo que o governo realizou "premiando" setores da grande burguesia nacional e estrangeira passou do limite orçamentário, e ameaça até mesmo a rebaixar o grau de investimento do Brasil (afetando fundamentalmente os bancos e o capital financeiro), então se lança mão de um grande pacote de austeridade, um ajuste em que o grande afetado é a população mais pobre e a classe trabalhadora como um todo. E novamente devemos nos perguntar: para qual classe social esse governo administrou os interesses do Estado?

Os ministros do governo Dilma são a expressão profunda da política de fortalecimento do grande capital e da direita dentro de seu governo: Eliseu Padilha (ex ministro de FHC), Alexandre Tombini (ex FMI), Joaquim Levy (ex FMI e do governo FHC), Kátia Abreu (pró latifundiários), Gilberto Kassab (ex malufista), Afif Domingos (ex filhote da ditadura), etc, etc, etc. O esgotamento desse governo diante das massas (que leva adiante uma política de ajuste contra a classe trabalhadora) e a tentativa de diversos setores do grande capital por substituir esse governo, prenuncia o inicio de uma grande crise do regime político. Os trabalhadores nada tem a ganhar defendendo nem o Governo Dilma e nem defendendo a oposição burguesa, os dois setores expressam interesses do grande capital nacional e internacional, portanto são opressores e não aliados dos trabalhadores. Os trabalhadores e a esquerda devem fugir das teorias do "golpe eminente" ou do "mal menor". A direita já estabeleceu-se no poder, o atual debate e a concomitante crise política é produto, em última análise, das contradições entre as frações da burguesia, e para se saber qual setor ficará com a fatia mais expressiva e mais substancial do Estado burguês.

Disso resulta a crise do governo de colaboração de classes do PT. Por serem classes sociais (a burguesia e o proletariado) antagônicas é impossível historicamente contemplar ambas as classes em um governo. O resultado é que amplos setores da burguesia começam a ser opor veementemente a continuidade de um governo que não consegue mais garantir os seus altos lucros diante do aprofundamento da crise mundial e de suas consequências para o continente sul americano e para o Brasil. Do outro lado um grande setor das camadas mais desfavorecidas também vai se afastando pois não vê mais sentido em sustentar um governo que não lhe defende seus interesses. A Frente Popular liderada pelo PT formou-se em 1989, época da primeira candidatura Lula, demorou cerca de treze anos para chegar ao poder (2002) e agora vai definhando após (fatidicamente) outros treze anos à frente do país. A frente popular (frente de colaboração de classes), historicamente, sempre se mostrou como uma camisa de força para a esquerda e um caminho de derrotas e de submissão para as amplas massas em luta, romper com essa política é o único caminho que a esquerda classista mostrar para os trabalhadores.

O governo Dilma é a expressão de uma aliança do PT com os setores mais reacionários da burguesia, do grande capital, e até mesmo das oligarquias rurais. O PT e o governo Dilma, que tanto critica a direita, oculta que se mantém no poder graças a uma aliança com uma direita endógena ao seu governo, que sustentou esse governo do PT enquanto esse lhe foi funcional aos seus fins imediatos que ambicionava, e conforme esses setores da burguesia começam a se chocar (por interesses próprios) com o PT, trocam paulatinamente de aliança política, assim como se troca de camisa quando essa fica suja, apertada ou desgastada.

O Congresso Nacional, que sempre teve um papel conservador em nosso país, conseguiu, no último período, destacar-se pelo seu profundo reacionarismo. São inúmeros os projetos de lei que atentam contra o direito dos trabalhadores e da população em geral. Desde a retirada dos  direitos trabalhistas até o confisco das terras indígenas e passando pelo faraônico Parlashopping, o nosso Congresso trabalha diuturnamente com o objetivo de aumentar os privilégios dos "de cima" contra a tentativa de qualquer manifestação dos "de baixo". Isso inclui  antidemocrática Reforma Política que agora decide deixar a política mais "igualitária", autorizando a doação das grandes empresas para os partidos, triplicando o fundo partidário para os partidos que tem representação no Congresso e tirando os direitos (de verba e tempo de televisão) dos pequenos partidos sem representação no Congresso (que incluem os pequenos partidos da esquerda). Com o enfraquecimento do poder executivo (e do governo Dilma), o poder legislativo tenta erguer-se como um poder alternativo, defendo os interesses sociais dos grupos mais abastados desse país: a burguesia, os banqueiros, os latifundiários e outros grupos que tenham privilégios oligárquicos a defender. 

A repressão e a criminalização dos movimentos sociais é a forma o Estado está se utilizando para impedir que as massas protestem ou, mais exatamente que os protestos saiam do controle do Estado (como ocorreu em junho de 2013), diante do crescente descrédito da burocracia sindical. A repressão a greve dos professores do Paraná é o símbolo e a imagem de como a "Pátria Educadora" irá educar aos que protestam. A repressão aos movimentos sociais tornou-se uma política de Estado, que os diversos governos executam conforme seus interesses. Não devemos esquecer que Junho de 2013 explodiu a partir da repressão da PM paulista com o aval do do governador Alckmin (PSDB) e do prefeito Haddad (PT). Temos que discutir seriamente um plano de combate a repressão e a criminalização, sem esquecer que as periferias e favelas brasileiras são invadidas diariamente pela polícia que mais mata no mundo transformando os bairros operários em verdadeiras praças de guerra ou campos de concentração.  

No final de maio, a Conlutas foi uma das centrais que impulsionou o Dia Nacional de Lutas, que apesar de estar muito longe de ter o peso de uma greve geral, apresentou um grande progresso com a adesão de inúmeras categorias. Há uma grande quantidade de categorias estão entrando ou já entraram em greve.  As demissões em massa que estão ocorrendo de um lado, e a recessão e a inflação que cresce rapidamente do outro, ultrapassam as análises oficiais e superficiais do governo e dos institutos de pesquisa. Para podermos conseguir dar um salto organizativo nos setores classistas do sindicalismo, e driblar o imobilismo da burocracia sindical, que a todo custo vai tentar impedir uma greve geral (na história do movimento operário brasileiro só constam quatro greves gerais: 1917, 1989, 1991, 2013) em um momento de grande acirramento e crise econômica e política, em que há uma grande possibilidade de ascenso dessas mesmas lutas e greves, estamos propondo que a Conlutas junto a outros setores classistas e independentes do sindicalismo convoque e realize um congresso para organizar e preparar a greve geral contra o ajuste e contra a terceirização.  A atomização dos setores classistas do movimento operário não leva a classe trabalhadora a nenhuma vitória, para superar essa situação em um momento tão crítico como o que vive o nosso país é que propomos que façamos um congresso em que a unificação das lutas contra o ajuste e a terceirização seja discutida e que se organize um plano de lutas com a culminação em uma greve geral.


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